Este martes en Tierra Amarga… Demir conduce a gran velocidad hacia el hotel donde se encuentra Umit. Entra en la habitación llorando: “Pensaba que ella no me quería. De lo contrario no lo habría hecho. Te dije que amaba a mi esposa. Has destrozado nuestras vidas, Umit. Estuve tantos años esperando a que me amara. Lo sacrifiqué todo por Zuleyha”.
Demir apunta con su arma a Umit. “La he perdido por tu culpa. No merecemos vivir, Umit. Ninguno de los dos. Mi vida no tiene sentido. Te mataré y luego será mi turno.
Zuleyha entra en ese momento, lo ha escuchado todo. Demir se apunta a su cabeza: “Ya no quiero vivir. No lo soporto más. No puedo vivir sin ti”. Zuleyha se abalanza sobre él y le baja el arma. Zuleyha cree a Demir y lo perdona.
Cuando la relación empezaba a ir bien, aparece otra vez la policía en la mansión Yaman. Zuleyha y Sevda se miran asustadas. “Venimos por Zuleyha y Sevda. Tienen que declarar sobre una denuncia. Demir las acompaña a comisaría. Las dos están acusadas de asesinato. Demir entra en Shock.
La policía encuentra un saco con algo dentro. Es un perro. Sevda y Zuleyha son puestas en libertad.
Sermin se lleva una gran sorpresa cuando llega a la mansión. Allí está su hija Betul. Sermin se queda sin palabras. Madre e hija se abrazan. Están emocionadas. Sevda las mira con un poco de envidia sana. A ella le gustaría poder gritar que Umit es su hija.
Betul le cuenta a Sermin que se ha separado de su esposo. Sermin se pone triste, pero es porque cree que su hija ha dejado de ser rica. Haminne reconoce inmediatamente a Betul. Todos se quedan asombrados, parece que ha recuperado la memoria.
Betul ha comprado la pequeña mansión para vivir con su madre. “La disfrutaremos las dos. Viviremos juntas. Traeremos aquí todas tus cosas. Seremos muy felices. Zuleyha sigue pensando que Umit es una amenaza para ellos. Sevda la mira sin decir nada. “Demir le apuntó con un arma. Quería matarla y luego matarse él”, le cuenta Zuleyha a una nerviosa Sevda.
Lutfiye y Fikret llegan a la mansión Yaman. Fikret quiere empezar de cero. Ya no quiere venganza. “Acepto mis errores. Vengo a decirte que no volveré a hacerte daño, Demir”. Pero Demir le dice que va a pagar por todo lo que ha hecho. Fikret se va de la mansión.
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